Hematología Forense Reconstructora
BUENAS TARDES ESTIMADOS ESTUDIOSOS DE LAS CIENCIAS FORENSES
La hematología es la parte de la medicina legal que se encarga de la tipificación de las manchas de sangre encontradas en el lugar de los hechos
LAS IMPRESIONES DE SANGRE...
Impresiones sangrientas: El herido, calzado, o el asaltante, y los curiosos o inexpertos, pueden mancharse el calzado con sangre y dejar rastros de pisadas sangrientas por donde caminan. Si pertenecen al herido o al hechor, siendo involuntarios, tienen gran importancia, pues nos orientarán sobre los movimientos efectuados en el sitio del suceso.
Sobre las ropas de la víctima pueden quedar impresiones sangrientas (atentados al pudor, estrangulación después de las heridas, etc). Las impresiones de las ropas ensangrentadas pueden ser también de utilidad para fines identificativos (trama especial del tejido) o como elemento de rastreo, cuando la impresión está corrida, denunciando que el cuerpo del herido se arrastraba o fue arrastrado.
RASTROS SANGRIENTOS SOBRE EL CADÁVER O HERIDO
-El estudio de los rastros sangrientos sobre el cuerpo, vestido o no, de la víctima de un hecho de sangre, parece infantil a primera vista, ya que es lógico que éste aparezca ensangrentado.
La forma de las manchas de sangre, la dirección de éstas y las chorreaduras permiten deducir la posición en que la víctima recibió las heridas, o también la que tenía, cuando cayeron sobre ella gotas de su propia sangre o ajena.
Sobre las ropas del hechor y sospechosos, la sangre es también un elemento reconstructor de primer orden. Muchas veces la cantidad es tan pequeña, que el sospechoso no las percibe, y, por lo tanto, no trata de borrarlas, como hace con los rastros sangrientos visibles.
CANTIDAD DE SANGRE
-La cantidad de sangre en una persona adulta es más o menos de 5 o 6 litros de sangre.
En el sitio del suceso, la cantidad de sangre perdida puede calcularse aproximadamente por la extensión de las manchas, si el soporte es poroso o, más seguramente, por medición, si es impermeable.
La cantidad de sangre puede permitir deducir el tiempo que ha demorado en morir una persona, y si es posible o no que haya efectuado los movimientos que los testigos u otros rastros parecen indicarnos.
Debemos, eso sí, tomar en cuenta cierta variaciones individuales de resistencia a la pérdida de sangre.
FALSAS HUELLAS SANGRIENTAS
Las huellas falsas de sangre pueden ser casuales, producidas por los intrusos o inexpertos en el sitio del suceso, o intencionales, fabricadas por el hechor o el herido mismo, para despistar a la Justicia.
De las casuales, tenemos abundantes ejemplos en nuestra labor, en curiosos, familiares, paramédicos y policías, los que pujan por ser los que pisan, tocan y reparten más huellas de este tipo.
La acción del medio ambiente también es importante; el aspecto de la sangre varía más en verano que en invierno; más a la intemperie que en lugares cerrados; más en sitios húmedos que en medios secos. También puede cambiar al haber sido sometida a reactivos químicos para hacerla desaparecer. En el lavado con agua, la mancha cambia de aspecto y cuando ha sido intenso, los reactivos más sensibles pueden fallar.
Fuente: Hematología forense PDF.