Lateralidad Cerebral y Ambidiestros
BUENAS TARDES ESTIMADOS ESTUDIOSOS DE LAS CIENCIAS FORENSES
Ser ambidiestros a niveles cerebrales depende de la lateralidad de cada persona. Como sabemos, cada hemisferio de manera específica controla partes de nuestro cuerpo. El hemisferio izquierdo, que controla la parte derecha del cuerpo, es el hemisferio objetivo.
En él se realizan las funciones de lenguaje, razonamiento, lógica y matemática. El pensamiento que surge de este hemisferio recibe el nombre de pensamiento lineal. Es decir, los mecanismos del hemisferio izquierdo son idénticos en todos, aunque la diferencia que puede haber en los individuos entre unos y otros reside en la cantidad de neuronas. Por esta razón, se trata de un hemisferio científico. Por tanto, la capacidad principal del hemisferio es la de síntesis.
Por otro lado, el hemisferio derecho, que controla la mitad izquierda del cuerpo, es subjetivo.
El tipo de pensamiento que nace en este hemisferio se denomina pensamiento holístico.
Al contrario que el izquierdo, éste hace que el individuo se distinga de los demás en todos los aspectos, se trata del hemisferio del arte, pues las actividades principales del mismo van dirigidas a las emociones, habilidades artísticas y musicales, orientación espacial y memoria.
La capacidad predominante, por tanto, es la de análisis. Habiendo especificado las funciones de cada hemisferio hablemos de la lateralidad cerebral: La lateralidad cerebral es la especialización del cerebro en un hemisferio, por ejemplo, los que tengan el hemisferio izquierdo más desarrollado serán diestros y los que tengan el hemisferio derecho más desarrollado serán zurdos, además, gracias al gen de la destreza el cerebro tiene la capacidad de especialización cerebral a voluntad. El gen de la destreza que determina la especialización cerebral en el individuo no se encuentra en el 20 % de la población. Este tipo de sujetos tienen la posibilidad de ser zurdos, diestros o ambidiestros a voluntad. El problema radica cuando estos hemisferios se encuentran desarrollados por igual, por lo tanto el individuo utiliza de igual forma ambos hemisferios y por ende ambos tipos pensamientos. Los científicos le llaman laterización atípica, en términos coloquiales se les denomina ambidiestros. Cuando nos encontramos a ambidiestros sin especialización nos referimos que el cerebro trabaja de manera homogénea, al no presentar ninguna tendencia en ningún pensamiento o comportamiento, el ambidiestro a menudo se encuentra con problemas de indecisión porque valora varios puntos de vista al mismo nivel. Es como si poseyeran dos puntos de vista y, claro, no pueden dividirse en dos, tiene que tomar un único punto de vista. Esta es una de las desventajas que implica ser ambidiestro.
Por eso cualquier decisión o cualquier elección se vuelven un gran dilema; al no tener una inclinación hemisférica se pueden encontrar con episodios de indecisión, inseguridad, inconstancia y baja estima.
Algunos especialistas afirman que ser ambidiestros acarrea graves problemas de aprendizaje, entre ellos la dislexia, la falta de orientación, bisexualismo, confusión de izquierda y derecha, trastornos como TDAH, tartamudez y además hay un 14 % que sean proclives a reacciones violentas en la adolescencia. Hay una pregunta inquietante ¿Qué sucede con aquellos que no encajan en las características habituales de un ambidiestro típico?