Comunicación no verbal
COMUNICACIÓN NO VERBAL: El poder de la cara Los seres humanos somos criaturas divertidas y muy diversas que nos comunicamos también a través de las expresiones de nuestra cara. Estamos codificados desde punto de vista evolutivo para el amor, el odio, la ira, el miedo, sorpresa, asco y sus diferentes combinaciones (Robert Plutchik 2003) y la razón de esto es que las expresiones faciales nos dicen mucho sobre las emociones de la gente. La comunicación no verbal, en donde podemos encuadrar las gesticulaciones faciales, supone hasta el 65% del mensaje que queremos trasmitir. Las emociones intensas, son muy breves (apenas medio segundo de duración) e involuntarias como por ejemplo la sorpresa o el miedo. Todas las emociones que se representan a través de la cara, son fácilmente reproducibles a demanda de la persona, pero nunca se conseguirán hacer tan bien como si fueran espontáneas y realmente surgieran de la expresión de una emoción auténtica. De esta forma, los expertos en comunicación no verbal pueden fácilmente reconocer cuando una persona no se muestra como realmente se siente Se suele pensar que los bebes, mirando las caras de su madre y padre, acaban por aprender estas expresiones faciales y que luego las reproducen y perfeccionan con el paso de los años pero el Dr. Ekman, demostró con sus estudios que aquellos niños ciegos de nacimiento, terminaban por reproducir exactamente las mismas expresiones faciales que aquellos niños que se supone que las reproducían aprendiéndolas de sus padres. Dentro de la comunicación no verbal, existen siete expresiones faciales universales que se ha demostrado útiles en las comunicaciones personales directas. La primera expresión facial es el desprecio. Está micro-expresión es la antítesis del respeto, de la lealtad, de las personas de mente abierta que es lo que queremos mostrar en la red. La física del desprecio sería con la boca unilateralmente un poco levantada, “una sonrisa afectada”, típica de cuando se quiere evitar ser grosero con alguien cuando diferimos claramente de lo que expresa. El micro-expresión más gustoso, la felicidad. Aunque pueda parecernos una expresión muy fácil de llevar a cabo, resulta complicado ejecutarla de forma que resulte realista y creíble para las personas que la reciben. Una sonrisa, no es un verdadero indicador de felicidad sino lleva asociado que los músculos laterales de los ojos se contraigan y cierren ligeramente los ojos. Tan solo una de cada diez personas, consigue manifestar una sonrisa falsa como si fuera verdadera. Una buena forma para descubrir si dicha sonrisa que observamos es auténtica o no, es tapando la mitad superior y luego la mitad superior de la cara. Si ambas partes nos hacen pensar en una sonrisa verdadera y nos da una aproximación mental de la parte que estamos tapando, entonces podremos hablar de una genuina sonrisa. La tercera micro-expresión que vamos a analizar es el miedo. Todos tenemos miedo de que algo suceda y por eso levantamos las cejas, los párpados y la frente. Se muestra una mayor superficie de la esclerótica y se tiende a tener la boca abierta para facilitar la respiración en caso de que tengamos que enfrentarnos a un estímulo no deseado o dañino y tengamos que evitarlo. Las expresiones faciales del miedo, no son más que la representación física del proceso psicológico de preparación física ante un estímulo potencialmente dañino. Pero también se puede mostrar una cara de miedo mientras se está hablando debido a otros factores como a una ropa incómoda o unos zapatos que nos hacen daño o un discurso ante un auditorio completo Esto significa que en nuestro ADN están codificadas ciertas fases que nos ayudan a mantenernos a salvo y desarrollarnos en nuestro posible entorno. Que un bebe de corta edad, que aún desconoce qué cosas son dañinas para él, tenga miedo de un perro que ladra o de una imagen de una cara enfadada, ayuda a su correcto desarrollo ya que se asocian directamente con los sentimientos y procesos mentales de la autoprotección del ser y evita recibir daños y preservar el bienestar. . Gonzáles, V. R. (s.f.). Comunicación no verbal: El poder de la cara . España : Escuela Internacional de Criminología y Criminalística.